jueves, 8 de abril de 2010


Me quiero aprender el mundo


con el roce mínimo de tus labios


en el filtro del cigarrillo


que se roba tus besos.



Quiero nacer de lunes


cuando te veo llegar


entre la lluvia y la mañana


caminando como el aire.



Entonces muero de viernes


al no encontrarte en la ilusión


de mi fin de semana


secular y sempiterno.



Acaso que Dios te trajo,


de que estrella has bajado


para hacerme sentir

como un pequeño adolescente.

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